Las actividades de trabajo, me habían llevado hasta el apacible pueblo de Santiago de Chiquitos, más allá de Roboré.
Llegamos al campanario para iniciar un trabajo con la Orquesta y Coro de Música Barroca que recientemente se había conformado, producto del fruto de los hijos del pueblo.
Ahí estaba el Corregidor Cantonal, el Subalcalde, el Presidente de la OTB, Comité de Turismo, Párroco de la Iglesia, y demás personalidades.
No estaba en el programa, y ni me lo soñaba, pero de un de repente me invitaron a hacer uso de la palabra, así que sobre la marcha había que improvisar algo.
Empecé mi alocución tratando de agradar al pueblo mencionando a uno de sus más preclaros hijos y benefactores, por lo que empecé diciendo:
- Es para mi un gran honor estar en este hermoso como noble pueblo chiquitano, mismo que fue testigo mudo del nacimiento del mi gran amigo y colega Miguel Napoleón Montero Vaca, para todos “Miquito”
Ni bien dije eso, el Corregidor le dijo al Subalcalde.
- Huera carácter!!! Ya nos dijo opa este... (se refería por lo de “testigo mudo”)
P.D. Esta vez me atreví a citar al fulano de marras en cuestión, obviamente que con su consentimiento y claro que tengo gente que pueden dar fe de ello, son "testigos mudos". Todo un preclaro hijo de la gran Chiquitania de vieja prosapia Santiagueña.