domingo, 10 de mayo de 2009

8. Libidinoso


A los pocos días de celebrase la nueva alianza política municipal, el “Honorable” recibe la visita en el pueblo de uno de sus amigotes citadinos.
- Pariente, hay que matar este calor con unas chevis, dice el recién llegao
- No se preocupe compadre, que ahora estoy de dueño del pueblo y el poder es pa´ usarlo.
Los amigos se van al bar de la esquina de la plaza y entre charla y charla, la visita se pone medio libidinoso.
- Pariente, haber presénteme una de sus escondidas.
- Un momento compadre. Voy hacer una llamandinga, responde el Honorable.
Agarra el celular, marca y habla en un tono fuerte y determinativo, pero hecho el casanova.
- Hola niña!!!...Dónde se ha perdido???...Está con la primita???...Encontremonos donde sabemos, estoy con un compadre recién llegao de la Capital y está con ganas...de compartir...
Parece que la susodicha no estaba muy entusiasmada y algo tuvo que decirle para que honorable reaccione...
- Está bien compañera!!!... No hay ningún problema. Pero no se olvide, que ahora estamos en la alianza...

Nº 8: Cotudo


Un cotudo lucía sin querer queriendo su gran bola en la tacuara. No le quedaba otra, pese a las bromas de los puebleros.

Un mañana radiante un amigo se acerca y en tono serio le dice:
- Oye, qué grande está tu coto!!!
- Si puej, se ha crecido, le responde el cortesano.
- Y por qué no le echás aceite de pata (por la esposa del pato), le dice el amigo.
- Y acaso cura eso?, consulta el cotoplín.
- No, le dijo. Pero le da un brillo boningo.

domingo, 3 de mayo de 2009

Nº 7: Severamente


Esto ocurrió en un pueblo chiquitano. Un robustiano “honorable” Concejal por esas cosas de nuestra política criolla, había pasado de saborear las mieles del oficialismo a beber las hieles de la oposición. Ya no tenía el poder de antes, pero cuando tenía que oponerse utilizaba algunos términos entre circunstanfláuticos y yoperojobóbicos.
El Presidente del Concejo era más suave en sus actuar, mientras que el Concejal Secretario era considerado un zorro en el maniqueísmo político. Cuando le convenía, no firmaba las resoluciones.
Hasta que un día, el “Honorable Robustiano” no aguantó más y con su voz fuerte y en tono grave, dijo:
- La palabra, Presidente!!!.
- Tiene la palabra Honorable...
- Ya ta’ bueno...!!!
Ta’ bueno, que el Concejal Secretario se haga la burla. Que no quiera firmar las resoluciones. Llámele la atención!!!.
Y habló el Concejal Presidente con su voz conciliadora y suave...
- Honorable, se le llama atención...
Ni bien habló el Presidente, el Honorable Robustiano, se paró e increpó...
- Un momento, Presidente!!!. Póngase los pantalones!!!... Llámele la atención... Severamente!!!.
Y complementó el Concejal Presidente, siempre con su melodiosa voz suave.
- Honorable Secretario -siempre con su tono suave-, se le llama la atención... Severamente...
La más perjudicada fue la secretaria del Concejo que tuvo que hacer el acta.

viernes, 1 de mayo de 2009

Nº 6: Locutorcillo


En untiempo no muy lejano, era un joven locutor con una voz aguardientosa, con buenos recursos y hábil para la improvisación. En nuestra época de radialista, normalmente hacía programas rancheros y en sus últimos berrinches llegó a ser un buen relator de fútbol, tenía ritmo y buenos apuntes.

Un buen día nuestro colega fue a reemplazar en un programa romántico con música del ayer que terminaba a la media noche. Y entre baladas y boleros, le mandó una de sus improvisaciones.

Esa voz aguardientosa se tornó romántica y entre susurros, mientras sonaba el intro de la canción dijo...

- Esta es la música...que usted escucha...mientras duerme...

Nunca más volvió a hacerse el romántico el cumpa, y volvió a sus rancheras.